-
Arquitectos: CCA Centro de Colaboración Arquitectónica
- Área: 3500 m²
- Año: 2018
-
Fotografías:Jaime Navarro, Onnis Luque, Arturo Arrieta
-
Proveedores: Ternium, Cemex, Grupos Vallas, Interceramic, Pintex, Rotoplas
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El tiempo después de clases es crítico para el desarrollo integral de los niños y jóvenes. En zonas vulnerables, un gran número de niños y niñas se quedan sin supervisión adulta cuando no están en la escuela, lo que representa un riesgo para su salud, seguridad e integridad. En estas zonas, la falta de espacios seguros de esparcimiento, la violencia, los vicios y la inseguridad impiden el sano desarrollo y propician el deterioro del tejido social. Esto trae consigo una serie de graves consecuencias para la comunidad, perpetuando los ciclos negativos que generan la desigualdad.
El Club de Niños y Niñas es un proyecto enfocado a brindar a niños y jóvenes, entre 6 y 18 años, en situación de riesgo un espacio sano y seguro que propicie la creatividad, la innovación y el desarrollo físico e intelectual. Es un espacio que brinda actividades extracurriculares formativas, artísticas y recreativas que generan valores positivos e integración comunitaria.
Para la realización de este proyecto, se buscó cuidadosamente una locación dentro de un polígono de prevención delictiva contemplado por la Subsecretaría de Gobernación, así mismo, fue necesaria una profunda investigación que comprendiera la zona, sus problemas y limitaciones más severas. El enfoque de esta investigación se enfoca en la fallida relación del crecimiento de la ciudad y el bienestar de la comunidad, la urbanización masiva de las zonas de escasos recursos de la ciudad, carentes de espacio público y que en consecuencia, no poseen las condiciones necesarias para generar el desarrollo sano de la comunidad, en particular de los niños y los jóvenes.
Uno de los retos más relevantes fue la interacción con la comunidad: fue indispensable ganar la confianza de los vecinos. Durante el proceso de construcción, estuvimos activos en la comunidad ofreciendo diversas actividades a los habitantes de las colonias aledañas, para introducirlos a la misión y programas del Club. Otro reto para la ejecución del proyecto, fue la búsqueda de la donación en especie de los materiales de construcción, la colaboración probono de especialistas y contratistas, así como el apoyo de instituciones publicas y privadas.
El proyecto se dividió en tres edificios, correspondientes a diversas y muy definidas necesidades: El edificio A es el educativo, el cual alberga las aulas de clases y salones de música, arte, computación, cocina y biblioteca. Este edificio está desarrollado en un volumen de un solo nivel, que cuenta con dos patios centrales contiguos que se entienden como uno solo. El patio permite la ventilación natural e iluminación sin la necesidad de tener ventanas en las fachadas, persiguiendo los siguientes objetivos concretos: salvaguardar la integridad de los niños al permitir la supervisión de lo que ocurre en cada aula sin que sea necesario realizar grandes recorridos, proteger el equipamiento de las aulas de posibles vandalismos y robos y evitar la distracción de los niños y niñas durante el tiempo de clases.
El edificio B es el de artes, un edificio de dos niveles que alberga espacios más abiertos y lúdicos. Aquí se encuentra el salón para clases de baile y el salón para artes marciales, además de un gran espacio multiusos. El edificio cuenta también con un auditorio semiabierto para realizar recitales de música, baile y todo tipo de conferencias, este se conecta fluidamente con la escalinata principal que lleva a la explanada central. El edificio se complementa con un espacio exclusivo para adolescentes, donde los jóvenes se puedan relajar en un ambiente seguro. En este lugar se dan capacitaciones y pláticas para informar a los jóvenes sobre el riesgo del consumo de drogas y otras adicciones, así como temas de educación sexual, entre otros.
El edificio C es el deportivo, el cual contiene un gran espacio cubierto donde se pueden realizar todo tipo de actividades y deportes. El edificio aprovecha la orientación norte para dotarse de luz natural por medio de la cubierta dentada.
Los tres edificios están conectados por un pasillo cubierto que funciona como eje rector y como elemento de organización espacial. Este elemento es la columna vertebral de la arquitectura, compuesto por 24 vértebras en forma de arcos. La arcada es un ingenioso juego geométrico de arcos de concreto aparente. Cada uno de los 24 módulos representa una de las vértebras humanas, entendiendo la educación y la formación integral como la columna vertebral de la construcción de un mejor futuro.
El proyecto se completa con diversas áreas deportivas y recreativas: canchas de basquetbol, futbol, plazas, parques y jardines, así como amplias explanadas y escalinatas que esculpen la topografía natural del terreno y que desembocan en espacios contiguos, abiertos y libres de programa.
El edificio es una realidad gracias a la generosidad de diversas empresas y personas que han contribuido con esta noble causa.